Toda ciudad cuenta con diferentes atractivos turísticos, desde playas, elementos coloniales, opciones para hacer “shopping”, espectáculos, actividades de senderismo, enfoques ecológicos, avances tecnológicos, entre otros más. Además, algunas de estas zonas turísticas tienen el atractivo de incluir uno o varios de sus hoteles como parte de la experiencia, hoteles que a menudo se convierten en iconos de la ciudad. Estos establecimientos son distintos a las grandes cadenas hoteleras. Aunque estas cadenas aún ofrecen lujos, comodidades y un estándar de servicio casi idéntico en cualquier ciudad, los hoteles únicos aportan un encanto adicional a la experiencia de visitar la cuidad en donde se encuentren.
La arquitectura en estos hoteles es representativa de la zona en la que se encuentra. Sus materiales y proporciones responden al clima y las condiciones geográficas, incluso desde antes de que se convirtieran en ciudades o destinos turísticos. Alojarse en estos hoteles permite experimentar el encanto y la autenticidad, sentir su clima y adoptar su forma de vida. En Mérida, este encanto inigualable lo ofrecen algunos pocos Hoteles Boutique del centro histórico, que hace casi un siglo eran haciendas o casonas construidas de acuerdo al clima de la península. Ahora cuentan con instalaciones modernas que incluyen aire acondicionado; jardines para relajarse al sol, y piscinas para refrescarse. Sus habitaciones únicas invitan a soñar o a tener una noche romántica, y, sobre todo, permiten que los visitantes vivan la experiencia más cercana a un día cotidiano de los habitantes de esta ciudad inigualable.
Estos hoteles ofrecen una experiencia superior para el turista, complementando los recorridos turísticos. Hacen posible disfrutar al máximo las horas de descanso y permiten soñar despierto, incluso planear una nueva vida. Date el gusto de vivirlos.